La primera temporada es universalmente reconocida como atroz (incluso por sus creadores); es ya en la segunda cuando empiezan a demostrar chispazos de genialidad. Brush with greatness es uno de esos memorables episodios con un formato que se antoja tan ajeno hoy en día: una historia con sucesos humorísticos integrados de manera natural, en lugar de una colección de chistes unidos por un tenue hilo conductor.
Fue maravilloso reencontrarme con este episodio, que casualmente nunca había visto en inglés, principalmente por las escenas en Mount Splashmore. Poseen un ritmo genial, en el que el humor se va concatenando en aumento, hasta culminar en el momento en el que Homero se atora en el tobogán.
Desde el momento en el que los niños felices se lanzan para "destapar" la obstrucción...
...hasta que dan la vuelta dentro del tobogán que descubre a Homero gritando de terror (que, en turno, provoca pavor en los niños que se precipitan sobre él)...
...no pude evitar soltar la carcajada como tiene años que Los Simpsons no me la provocan. ¡Qué dibujos tan expresivos y orgánicos! ¡Qué ritmo tan genial!
Es una escena digna de un comediante de stand-up, en el que la premisa desde el principio te va abriendo la sonrisa hasta que el remate (en una toma perfecta que te hace imaginar la manera en la que los niños están experimentando un contacto extremo con Homero) explota triunfalmente, con todo y una breve pausa para que puedas recuperarte.
Esta escena no sólo me encanta por su ritmo y progresión, sino también por la cualidad imperfecta y humana de su animación. Estamos hablando de que en este punto Klasky-Csupo (Rugrats) todavía se encargaba de la animación, por lo que se puede ver en sus líneas una cualidad tosca y libre que contribuye a la fluidez de la secuencia. Uno de los grandes factores por el que Los Simpsons no parecen tan graciosos hoy como antes es que se llevaron la animación a Corea, donde adoptó un estilo frío y mecánico. En temporadas recientes ha habido escenas muy graciosas que, en mi opinión, se hubieran podido salvar si la animación no fuera tan rígida.
Observen las imágenes. Es imposible pensar que Los Simpsons pudieran regresar a un estilo tan relajado en su trazo. Pero ¿a poco no arranca la sonrisa sólo el ver gritar a ese Homero?
Observen las imágenes. Es imposible pensar que Los Simpsons pudieran regresar a un estilo tan relajado en su trazo. Pero ¿a poco no arranca la sonrisa sólo el ver gritar a ese Homero?