7.19 A fish called Selma

Me enteré recientemente de algo muy interesante con respecto a las canciones en las caricaturas. No recuerdo si ya lo mencioné aquí, pero desde hace algunos años he notado un tendencia muy irritante en la mayoría de las caricaturas "para adultos" (The Simpsons, Family Guy, Futurama, American Dad), y es que les encanta poner a los personajes a cantar. No sólo es malo que estos numeros musicales casi nunca vengan al caso, sino que en 99% de los casos las canciones son infames. De verdad, incluso Futurama, que tiene un record casi limpio (salvo sus espiodios manipuladores), era atroz cuando Fry y Leela empezaban a cantar.

El dato del que me enteré, que desafortunadamente no tengo manera de comprobar su veracidad, vino de un muy amargado animador que en las últimas semanas causó revuelo al sacar todos los trapitos al sol de la "podrida industria de la animación", como él la llama. Tan revelador resultó que ya hackearon su blog para que se callara. Uno de los puntos más interesantes que mencionó es que la mayoría de las caricaturas tratan de meter con calzador canciones cada tercer episodio porque... es tremendamente redituable. Aparentemente las regalías de canciones se manejan aparte de la sindicalización, lo que según resulta en que cada vez que un episodio con canción original se transmite en el mundo, ésta genera ingresos. Nada que ver con el modelo de retransmisión de TV: se paga como si la canción hubiera aparecido en el radio.

¡Y todo tiene sentido! Si no, no me explico por qué la familia Simpson se pone a cantar porque a Marge le crecieron los senos, porque Homero debe perder una carrera de caballos... o que hagan episodios casi exclusivamente compuestos de canciones, como "All singing, all dancing" o "The president wore pearls". Y vaya, no se trata de que no deba haber canciones en las caricaturas; incluso pueden ser divertidas cuando no contribuyen nada a la historia (como "Under the sea" en "Homer Bad Man"). Pero me atrevo a pensar que esta práctica es cierta, porque no cuesta nada agarrar unas palabras y ponerles música mediocre, y sí genera muchas ganancias.

Pero también quiero pensar que hubo una vez en la que no lo hacían por el dinero. En "A fish called Selma" se encuentra a medio episodio una secuencia legendaria: el musical "Stop the Planet of the Apes, I Want to Get Off". El genio Phil Hartman hace cantar a Troy McClure una reinvención de Planet of the Apes mil veces mejor que la de Tim Burton. Se necesita talento y esfuerzo para poder lograr un momento tan absolutamente brillante.

Apes:

Dr. Zaius, Dr. Zaius
Dr. Zaius, Dr. Zaius
Dr. Zaius, Dr. Zaius
Oh... Dr. Zaius
Ape: Dr. Zaius, Dr. Zaius.

Troy: What's wrong with me?
Zaius: I think you're crazy.
Troy: Want a second opinion.
Zaius: You're also lazy.

Apes: [in unison]
Dr. Zaius, Dr. Zaius
Dr. Zaius, Dr. Zaius
Dr. Zaius, Dr. Zaius

Oh... Dr. Zaius
Ape: Dr. Zaius, Dr. Zaius.

Troy: Can I play the piano anymore?
Zaius: Of course you can.
Troy: Well I couldn't before!

El final es lo mejor, cuando aparece la Estatua de la Libertad y en lugar de drámática la música está toda festiva y con pirotecnia (como corresponde a musical de Broadway). No ha vuelto a aparecer un número musical tan hilarante en toda la historia de la serie. Yo culpo al dinero.