9.13 Lost our Lisa

Este episodio es bueno en su mayor parte, pero desgraciadamente esta manchado por algo que me ha incomodado en fechas recientes: una pésima moraleja.

Mis comedias favoritas son aquellas que nunca toman nada en serio, y que jamás existe un momento solemne o educativo en ellas. Me gusta Arrested Development, Seinfeld y el Show de Dave Chapelle porque sus creadores saben su lugar, que no es el de andar educando o dando un buen ejemplo, sino el de hacer pasar un buen rato a su audiencia.

Los Simpsons, pese a todos sus aciertos, desafortunadamente no es así. Existen numerosos momentos en la serie en la que se torna dramática e intenta explotar el lazo emocional que pueda existir con los personajes. El episodio en el que Homero se reencuentra con su mamá es un buen ejemplo: pese a estar bien realizado y terminar en una nota dulce, realmente historias así no deberían tener lugar en un programa de comedia (ese es también una de mis mayores objeciones a Futurama, donde al final parecía que cada tercer episodio debía terminar de manera emocional). Lo que es peor, en fechas recientes trata estos problemas tan seriamente que a menudo parece que predica en sus resoluciones respuestas viables, cuando en realidad son ineptas y superficiales. Los peores ejemplos son todos aquellos en los que Marge y Homero se pelean, o ese particularmente escabroso en el que los mandan a prisión por traidores a la patria.

En el caso de "Lost our Lisa", Homero le da un gran discurso a Lisa que uno sabe, por el extenso precedente de la serie, que en realidad es una propuesta de vida. Homero, con toda convicción, le recrimina el ya no desear tomar "riesgos estúpidos", pues de no haber tomado riesgos estúpidos Homero no la hubiera encontrado. Afirma que "la vida es demasiado corta como para no aprovecharla al máximo".

No sólo me parece odioso que el episodio ocupe espacio para hacer una declaración moralista de este tipo, sino que en base a los eventos que le preceden, es un terrible, terrible consejo. Lisa se pierde y termina a kilómetros de Springfield por haberse arriesgado a viajar sola en el autobús. En su camino de regreso, Lisa se topa con personajes que le aterran, aunque en realidad ella no sufre daño. Cuando Homero finalmente la encuentra después de operar una maquinaria de construcción, la máquina se sale de su control y lo arrastra consigo, destruyendo un muelle, amenazando con hundirse en medio de un río, y finalmente parando la odisea con un puente cerrándose sobre su cabeza.

Y Homero le dice: "si no hubiera tomado esos riesgos estúpidos no te hubiera encontrado".

Lo más fácil sería decir que las caricaturas no son para tomarse en serio; nadie va a imitar lo que hagan los Simpsons para resolver sus propios conflictos. Pero después de ver Los Simpsons todos estos años, me es claro cómo en ocasiones sus escritores colocan mensajes aquí y allá, a veces moralistas, a veces reaccionarios, que si bien no invitan abiertamente a que los espectadores los sigan y acepten, denotan que alguno de los escritores piensa que es una manera aceptable de vivir la vida.

Aprovechar las oportunidades y tomar riesgos es algo positivo, ¡pero no en el contexto de este episodio! Si una niña tomara los mismos riesgos que Lisa, posiblemente nunca volvería a su casa; se quedaría enterrada a un costado de la carretera. Si un hombre tomara los riesgos que toma Homero para salvar a Lisa, hubiera quedado con los sesos hechos puré.

Normalmente estoy en contra de la noción de que los niños imitan todo lo que ven en la televisión, y creo que los programas no tienen la obligación de educar a sus espectadores. Pero cuando Los Simpsons proponen abiertamente una lección tan incongruente, colocándola como la moraleja del episodio que permite que todo tenga un final feliz, encuentro la situación algo irritante.

Afortunadamente, son los menos los episodios así.

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