5.16 Homer loves Flanders

A muchos de los episodios de Los Simpsons se les puede aplicar aquello que alguna vez dijo Fat Tony: "It's funny because it's true". El asunto de la amistad entre adultos es uno bien particular, quizá explorado de la mejor manera en Seinfeld: durante la infancia, hacerse de amigos es la cosa más natural del mundo, pero al crecer toda clase de variables comienzan a entorpecer el procedimiento. Es bastante malo e incómodo cuando dos adultos que se caen bien intentan iniciar una amistad; pero cuando una de las partes realmente no quiere participar, la cosa puede ponerse bien fea.

El conflicto de Flanders es uno bien real: él es una persona buena, pero su paciencia se ve a prueba cuando un hombre desagradable confianzudamente se mete en su vida. Lo peor es que siente que rechazar una amistad, por más abrumadora que sea, es un acto mezquino. De hecho cuando finalmente denuncia a Homero por lo horrible que es, todos lo ven como un hombre intolerante e ingrato. Así que primero intenta distanciarse un poco de la constante compañía de Homero, pero para sacudírselo tiene que recurrir a la mentira.



Ned: "Hijos, a veces para evitar lastimar a alguien..."
Rod: "Las mentiras hacen llorar al niño Dios"

Descubre que no hay manera sencilla de terminar una amistad no deseada. Es una situación que le puede pasar a cualquiera, y el único lugar donde he visto que exploren el tema, además de este episodio y uno de Seinfled, es en la cinta The Cable Guy (que diría que es excelente, pero alguien dejó la puerta abierta y se metió Jim Carrey a la película).

Cambiando de tema, otro momento de este episodio también me pone a pensar. Rod y Todd están viendo unas caricaturas donde aparecen unas ovejas que acaban aprendiendo una lección muy boba sobre la envidia.



Después de que dan la moraleja, lo que dice Todd me llama mucho la atención.

Todd: "Eso está bien para las ovejas... ¿pero qué hacemos nosotros?"

Aunque podríamos disertar sobre antropomorfosis y la cualidad de identificación que ésta produce, me parece un cuestionamiento válido. En los programas infantiles se espera que los niños se identifiquen con animales que hablan, y en términos de enseñanza, se asume que imitarán las actitudes de personajes irreales. Y vaya, es cierto, realmente uno de niño no pone mucha resistencia para apropiarse de estos personajes... pero se me hace curioso. Creo que forma parte de la teoría del Uncanny Valley, en la que se explica que hasta cierto punto rasgos humanos en seres inanimados o animales provoca apego e identificación. Pero igual, está tan dado por sentado, que lo que dice Todd casi me parece una revelación.

1 comment:

Herr Boigen said...

Así que este es el blog que se escribe solo!
Los Simpson son geniales, muy humanos, muy chistosos, i love them, y ahora iré al televisor a ver si están transmitiendo algún episodio interesante :D